El racismo que no se ve pero es parte de la cotidianidad

Presentación del informe anual del racismo en el Estado español / Youssef Ouled

SOS Racismo registró en 2016 un total de 309 denuncias por racismo en España, sin embargo, avisan que estos datos suponen solo una parte de la discriminación que se da y destacan el volumen correspondiente al racismo institucional y los conflictos y agresiones racistas.

“En SOS Racismo Madrid hemos detectado un número similar de agresiones recibidas durante el último año, solo en la capital”.

El presidente de SOS Racismo Madrid, Moha Gerehou, ha señalado las deficiencias de las autoridades para atajar el racismo y ha incidido en la falta de iniciativa por parte del Gobierno en proporcionar las herramientas necesarias para ello. “En este informe hemos recogido 309 denuncias, pero en SOS Racismo Madrid hemos detectado un número similar de agresiones recibidas durante el último año, solo en la capital”, ha señalado.

La falta de apreciación del agravante que supone el racismo por parte de los órganos judiciales y la falta de herramientas legales efectivas, provocan que buena parte de los incidentes discriminatorios por xenofobia y racismo en el Estado español no sean denunciados. Entre los motivos que llevan a no hacerlo se encuentra la normalización de la discriminación como parte de su vida cotidiana por quienes lo sufren y la falta de confianza en las fuerzas de seguridad, al considerar que no tomarán las acciones necesarias para responder a sus denuncias. SOS Racismo explica que hay 43 casos en los que se ve posibilidades de ser tramitados a través de una denuncia en vía penal u otras actuaciones ante la administración. Sin embargo, la personas denunciantes manifiestan que no desean seguir por esta vía o bien no la rechazan pero se encuentran con las dificultades citadas.

“La falta de una ley de igualdad de trato y no discriminación nos dificulta a la hora de denunciar el racismo diario, lo que limita los derechos de quienes lo sufren”, ha comentado Gerehou tras recordar que las amenazas que sufrió hace un año, fueron investigadas por la policía gracias a la “presión de las redes sociales”. Por otra parte, ha señalado la necesidad de duplicar esfuerzos para combatir el auge de las agresiones y discursos islamófobos. Alba Cuevas, responsable de SOS Racisme Catalunya, ha señalado el aumento de la islamofobia tras los atentados de agosto en Cataluña, “sobre todo en las redes sociales”.

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Desde SOS Racismo avisan que lo que buscan es “hacer una fotografía que refleje de forma cualitativa las discriminaciones producidas en un ámbito estatal durante el año pasado”, puesto que cuantitativamente las diferencias entre un hecho discriminatorio y hecho denunciado, las limitaciones de la propia entidad, así como la falta de claridad en las cifras ofrecidas desde las instituciones a falta de un recorrido judicial o la dificultad en el acceso a datos fiables sobre los índices de discriminación racista por la ausencia de denuncia, dificultan su registro.

En este último informe, se recogen los incidentes xenófobos y racistas denunciados a través de las oficinas que tienen distribuidas en el territorio español, denuncias que en muchos casos, no han tenido una resolución efectiva para la persona denunciante.

Aumento del racismo institucional

El racismo institucional que se da en los trámites de extranjería, nacionalidad y Centros de Internamiento de Extranjeros, así como por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad se coloca como la discriminación predominante, con un total de 82 incidentes. “Se trata de un racismo que no sale en los medios de comunicación, pero que es parte del día a día de muchas personas”, ha señalado el secretario general de la Federación SOS Racismo, Mikel Mazkiaran, para quien, “parte de ese racismo institucional son las identificaciones por perfil étnico, acompañados de abusos de poder o insultos, que dañan la dignidad de quienes lo sufren”.

Desde SOS Racismo Nafarroa, Beatriz Villacian, ha centrado su ponencia en recordar a Elhadji Ndiaye, el joven senegalés que falleció en la comisaría de la Policía Nacional en Pamplona, el pasado 25 de octubre, “fue reducido y detenido en la calle, más tarde trasladado a comisaría donde moría media hora después en condiciones que aún siguen sin esclarecerse”, ha señalado antes de recordar que a día de hoy el caso sigue abierto con interrogantes sin resolver: “las causas de la detención, el hecho de ser trasladado a comisaría cuando debía ser llevado a un hospital y las circunstancias en las que se produjo la identificación y la posterior detención”.

Muchas de las denuncias que salen adelante obtienen como respuesta una contradenuncia policial, “lo que incrementa el temor en quienes denuncian”.

El racismo institucional detectado por la organización desde enero a diciembre de 2016, es paralelo a la falta de confianza en las fuerzas de seguridad por parte de quienes sufren este tipo de discriminaciones. Además, la normalización de las discriminaciones en las vidas de quienes las viven, sumado a una situación de irregularidad administrativa en la que se encuentra parte de la población, que no acude a una comisaría a denunciar por miedo a sufrir una expulsión del país, el miedo a las represalias contra ellas o sus familias y la situación de exclusión social y desconocimiento de sus derechos por parte de las víctimas más vulnerables, como son las personas sin hogar, son factores que hacen que un grupo notable no denuncie. Mazkiaran ha señalado que muchas de las denuncias que salen adelante obtienen como respuesta una contradenuncia policial, “lo que incrementa el temor en quienes denuncian”.

“Hace falta una ley contra la discriminación que trascienda el ámbito penal”, según ha dicho el secretario general de la Federación, los partidos políticos deberían deberían ponerse de acuerdo “de una vez y por todas” ante la falta de herramientas operativas. Mazkiaran ha pedido una ley integral que organice y sistematice la ordenanza del artículo 510 del Código Penal, relativo a los delitos de odio.

Los conflictos y agresiones racistas son la segunda tipología que más denuncias alberga, y que en 2015 fue el que más se denunció. En su mayoría comprende los conflictos que se originan en espacios vecinales, pero también en otros espacios públicos, como la escuela o el trabajo que derivan por lo general en riñas, amenazas o insultos racistas. Los incidentes que guardan relación con los cuerpos policiales y de seguridad privada son la razón de 46 denuncias. Mientras que 40 son relativas a la denegación del acceso a prestaciones y servicios privados.

Discriminación en el ámbito laboral

Anabel de SOS Racismo Aragón ha destacado la discriminación laboral que se sufre en el sector del trabajo doméstico, a través del caso de una mujer migrante que trabajó durante cinco años para unos mismo empleadores en condiciones de explotación laboral, llegando a trabajar más horas de las estipuladas y sin poder disfrutar de los días festivos y fines de semana recogidos en el régimen de trabajadoras del hogar. Esta mujer tuvo que ser operada por glaucoma, por lo que recibió la baja laboral, motivo por el que fue despedida. Sus empleadores no quisieron entregarle la documentación relativa a su finiquito, ahí fue cuando acudió a SOS Racismo Aragón, no obstante la trabajadora llego a un acuerdo antes de ir a juicio, firmando una indemnización inferior a lo que le correspondía.

“Son condiciones laborales de las que dependen muchas trabajadoras para poder obtener sus permisos de residencia”.

Para Anabel casos como este “muestran el desconocimiento de la legislación laboral por parte de la población migrante, así como la facilidad de los empleadores a la hora de despedir tras haber llevado a cabo prácticas de explotación laboral”. Ha señalado que tan solo es uno de los muchos casos que existen de esta índole, “condiciones laborales de las que dependen muchas trabajadoras para poder obtener sus permisos de residencia”.

En cuanto a las denuncias por discriminación en las prestaciones y servicios público, se han registrado un total de 39 casos, donde el mayor volumen se da en las administraciones y la asistencia sanitaria. Mientras que la denegación del acceso a prestaciones y servicios privados, cuentan con 40 denuncias, repartidas por igual entre discriminación en viviendas o en locales de ocio y restaurantes.

La Federación de Asociaciones de SOS Racismo es una organización que lucha por la defensa de los derechos humanos, centrando sobre todo su trabajo en la erradicación del racismo y xenofobia. Desde 1995, analiza la situación del racismo y la xenofobia en España y en Europa mostrando las diferentes tipologías y espacios donde se manifiesta a través de la elaboración del Informe Anual. Las Oficinas de Información y Denuncia (OID) atiende a las víctimas o testigos de situaciones de discriminación originada por racismo o xenofobia, poniendo a su disposición un asesoramiento jurídico gratuito.

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