Cuando lo estructural se presenta como anecdótico (II)

“-Eráis colonia de Francia hasta hace cuatro días. Como dijo Sarkozy en Francia, con la mierda de musulmanes los DNI y los Pasaporte igual que se dan se quitan y no te pongas chulo porque te puede caer a ti también.

-Yo soy español, por favor

-¿TÚ? Para ser español, tienes que ser de madre y padre española, yo soy abogada, ese es el ordenamiento jurídico, apréndetelo. Tú no eres nada, los pasaportes y los DNI españoles, que tú no lo eres, igual que se dan se quitan, y tú no eres nada.”

Hace unos días, desde Es Racismo publicábamos un vídeo en el que se evidenciaba la agresión racista ejercida por parte de una mujer española a una persona racializada en su propio espacio de trabajo. El vídeo se hizo eco en diferentes medios y llegó a algunos políticos de izquierda que lejos de reconocer la realidad, la han adornado, la han minimizado y la han señalado como un hecho anecdótico. 

A raíz de estos hechos, nosotras hemos decidido hacer un análisis pormenorizado de la situación, tal y como lo hicimos hace unos meses con la situación de violencia racista en el metro de Madrid, donde una señora agredía a una niña. Queremos desmenuzarla para que se comprenda por qué resulta violenta, por qué es racista y por qué sí es representativa de la sociedad española(aunque a los políticos de turno les cueste votos reconocerlo). Veamos cómo se produce.

“La lógica de siempre: no español-no derechos- no persona”

En la grabación se observa que una desconocida increpa verbalmente a la persona que está detrás del mostrador y lo hace reproduciendo fielmente el racismo institucional que no nace de la ignorancia (como se ha dicho constantemente en redes), tampoco nace de un trastorno psicológico (etiqueta que en su momento ya hemos tachado de injusta para aquellas personas que padecen trastornos psicológicos y que NADA tienen que ver con esta señora), pero sí nace del privilegio blanco y del racismo institucional que ha calado en el inconsciente colectivo de muchos y muchas como ella: 

  1. La otredad:cuando la señora dice “erais colonia hasta hace cuatro días”, coloca a la persona que tiene delante en un lugar muy lejano e inferior al suyo. Ser colonia de Francia o de España o de cualquier otro país colonizador, implica una subordinación histórico-política -económica del país colonizado. A través de esta frase, deja bien clara su situación de privilegio donde las personas colonizadas han estado siglos al servicio de los colonos que hoy día continúan jactándose de la situación vulnerable en la que han dejado a todo un continente, como si enriquecerse a costa de la esclavitud y el expolio de tierras ajenas fuera algo digno de lo que presumir. 
  2. Islamofobia: ¡como dijo Sarkozy con la mierda de musulmanes”.Esto es bastante habitual, bien lo saben las personas musulmanas que viven en España y que reciben constantes ataques racistas por el simple hecho de practicar su religión. Esta señora se siente protegida por un Estado que se dice “laico” (podríamos debatir sobre ello) y está segura de que no será castigará por insultar las creencias religiosas de miles de personas que conviven y caminan por sus calles.
  3. El miedo“no te pongas chulo porque te puedes quedar sin pasaporte y sin DNI tú también”. Amenaza basada en el miedo y en el privilegio. El colonialismo ha utilizado (y utiliza) amenazas de este tipo desde sus inicios, con objetivo de dominar y paralizar a los pueblos colonizados para que éstos no se revelen. Los “papeles” como un salvoconducto que permita huir al colonizado de la barbarie construida por el propio colono. Para un racista (como ésta señora) al igual que para los colonos, la aspiración última de una persona que se encuentre en una jerarquía racial inferior, es tener un documento de identidad que le haga parecer uno más (aunque ni lo sientan como uno más ni lo traten como si lo fuera) y dicho “privilegio” puede ser usurpado, arbitrariamente si al colono, si al racista, se le ocurre que así debe ser.
  4. Zona fanoniana del No-Ser“Tú español? Tú no eres nada”. La lógica de siempre: no español-no derechos- no persona. Ha deshumanizado al que tiene delante lo cual le permite violentarlo de una forma cruel, sin contemplar en absoluto ninguno de sus derechos como persona, pues al estar deshumanizado no merece trato humano ni respetuoso. Ella, una mujer que presume en el video de ser abogada ha prescindido sin despeinarse, de los derechos fundamentales inherentes a todo ser humano que tiene la persona a la que ha violentado.
  5. Estatutos de limpieza de sangre: “tienes que ser de madre y padre española para ser español”. Esta frase nos trae recuerdos de una realidad española que tal vez recuerden ustedes. Les hablamos de los famosos estatutos de limpieza de sangre, es decir, aquellos mecanismos de discriminación legal donde la jerarquía social se marcaba según se descendiera o no de padres que pudieran asimismo probar descendencia de una familia cristiana. ¿Les suena?

Es decir, que un periodo de segundos, una mujer española violenta de cinco maneras distintas a una persona por el simple hecho de no ser blanco ni español. 

Pero no se crean que ésta es la única violencia que golpea a las personas migrantes y o/racializadas. A esta violencia se suman otras violencias que van más allá de lo cotidiano pero que repercuten directamente en la construcción cotidiana del racismo que nos atraviesa. Hablamos de la derecha española, la cual lleva meses arremetiendo contra las personas migrantes y racializadas, pero también hablamos de la izquierda española que hace tiempo nos anula, nos silencia y nos utiliza. 

Hemos querido traer un ejemplo gráfico de ello, dado que en dos ocasiones una persona de izquierdas ha hecho comentarios sobre éstos sucesos violentos tan virales en redes como Twitter:

Iñigo Errejón, una de las principales figuras de la izquierda blanca de éste hizo el siguiente comentario en su cuenta de Twitter sobre lo ocurrido en el metro de Madrid hace unos meses, cuando una niña de diez años era agredida por una señora española: 

Para él, la reacción de las personas del vagón de metro es una reacción representativa de la sociedad española. En ningún momento comentó NADA sobre la situación violenta que había sufrido esta niña y el peligro que supone para una persona racializada viajar en el transporte público.

Y lo ha vuelto a hacer ahora en la tienda de Bravo Murillo:

https://twitter.com/ierrejon/status/1077641303008124928

Considera que se trata de un caso aislado y que éste hecho, a diferencia del suceso de hace unos meses, no es representativo de la sociedad española. Parece que según la conducta sea socialmente deseable o reprochable, Íñigo la considera más o menos representativa de la sociedad española susceptible de votarle.  

“¿Cuántos vídeos más y cuánta violencia más ha de ver la izquierda para que dejen vender la realidad que interesa en detrimento de nuestra integridad física y psicológica?”

A los profesionales de la salud mental que entendemos de sesgos y formas de autoengañarnos en función de lo queremos y deseamos, le hemos llamado sesgo de confirmación, que consiste en quedarnos con la información que nos interesa desechando la que no nos interesa, de tal manera que la información que retenemos nos sirve para confirmar nuestra teoría. Pero estamos hablando de políticos, y sabemos que nada es por azar.  Sin embargo, más allá de los intereses políticos que existan detrás de estos mensajes, nosotras nos preguntamos ¿cuántos vídeos más y cuánta violencia más ha de ver Iñigo Errejón en particular y la izquierda blanca en general, para que dejen vender la realidad que interesa en detrimento de nuestra integridad física y psicológica?

Hace tiempo reclamamos a la izquierda que nos escuche y sólo recibimos portazos (como si no fuera suficiente lidiar con el racismo cotidiano). Y cuando insistimos, nos tachan de paranoicas, de exageradas, de violentas e incivilizadas. Y no les vamos a negar, que ya poco esperamos de una izquierda incapaz de mirarse y cuestionarse, que se limita a tenernos en cuenta para sus fines electoralistas (desde la cosificación y el utilitarismo). No nos engañemos, no construimos castillos en el aire y no nosotras no estamos aquí para mendigar a la izquierda que nos mire. Estamos aquí para alzar la voz y la palabra y que se sepa: nuestras realidades existen, que lo que ocurrido en la tienda de Bravo Murillo sí representa a gran parte de la sociedad española y aunque para muchos y muchas suene extraño y aberrante: que nuestra realidad es tan válida como la de cualquier otra persona. Que quede bien claro: de las únicas personas que esperamos algo, es de nosotras mismas porque somos nosotras quienes construimos nuestro presente y el futuro que queremos, que deseamos y que merecemos. 

No Comments Yet

Leave a Reply

Your email address will not be published.

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies