Este 15 de marzo, es un día cualquiera para la población migrante racializada del Estado español, al menos en cuanto a las vivencias discriminatorias a las que ha de enfrentar en el día a día. Pero estos revisten una mayor gravedad, si cabe, cuando lo que está en juego es la salud de la persona afectada. Las experiencias que se narran a continuación, han tenido lugar en este mismo día, a dos personas diferentes que comparten una misma cosa, el racismo cotidiano.
«Tenéis las de perder»
Agustín: «Hoy he ido al médico de la Seguridad Social y nunca me he sentido más humillado en mi vida, llevo malos días con un cuadro respiratorio, con fiebres altas y estoy estudiando como la mayoría sabéis. Pues bien he ido al médico y directamente me ha dicho, vosotros los extranjeros (remarcando esta palabra) tenéis que cumplir unos requisitos, como es trabajar y me he quedado en shock. Le he respondido que estoy estudiando, que parte de ello no ha entendido, su segunda respuesta ha sido que no le importan los problemas que yo tengo para ir a trabajar. Me he sentido humillado. No se ni por qué me recuerda que soy extranjero, ni por qué me quiere hacer trabajar con 39º de fiebre. Entonces me ha soltado la gran frase: tenéis las de perder.»
Vuelva mañana
Umu: «Cuando el servicio sanitario público de este país es una basura y uno de los elementos mas racistas que existen. Llego a mis análisis a las 9.00 en punto y no me atienden a pesar de haberme visto. La única respuesta que me dan es que vuelva mañana.
Gracias España, gracias gente blanca, una vez mas por hacerme perder mi tiempo, mis pocas horas de sueño y por ningunearme y recordarme que no valemos una mierda para vosotros. Mañana tengo cita a las 9,00 otra vez, pero tendré que ir media hora antes y esperar para que no se rían en mi cara, pero vamos que la voy a liar va a ser pequeña.»