Discotecas racistas: cómo salir de fiesta para pasarlo bien y sufrir discriminación racial desde antes de entrar

Las discriminaciones y agresiones racistas, tanto verbales como físicas, por parte de porteros de discotecas hacia personas racializadas son muy frecuentes en España. Durante los últimos meses, han sido múltiples las denuncias que nos han llegado desde diferentes localizaciones en las que nos cuentan cómo, acogiéndose a su supuesto “derecho de admisión”, se le deniega la entrada a personas no blancas a salas de fiestas por el simple hecho de ser racializadas. Sin más explicación y, normalmente, acompañando esta discriminación con amenazas por parte de los porteros si se insiste en el derecho a acceder. 

Uno de los casos más recientes que nos ha llegado se produjo el día 28 de diciembre en la discoteca Kapital, situada en la calle Atocha, en Madrid. En esta ocasión, se trata de un grupo de cinco jóvenes menores de edad, tres de ellos blancos y dos racializados. La madre de uno de estos chicos nos comenta que, como todos los asistentes, su hijo y sus amigos hicieron la larga cola para acceder a la discoteca y ,cuando llegó su turno para entrar, el personal de seguridad del establecimiento sólo permitió el acceso a los tres chicos blancos, denegándoselo a los dos racializados. Los jóvenes, sorprendidos por el comportamiento de la sala, decidieron volver a repetir la cola, creyendo que no era una discriminación racial. Sin embargo, la segunda vez que llegaron a la puerta la respuesta de los porteros fue mucho más contundente: les negaron la entrada y, además, les aconsejaron que no insistieran, ya que no iban a poder  acceder de ninguna manera porque se acogían al derecho de admisión del establecimiento.  

Tras el trato discriminatorio y racista que recibieron estos jóvenes, una de las madres decidió tomar medidas legales. Para ello, en primer lugar se acercó a Kapital la noche siguiente, con la intención de poner una hoja de reclamaciones. Para su sorpresa, al llegar se encontró una escena que no imaginaba. Según afirma, “en la sala Kapital, lo que vi fue lamentable. Un montón de chavales, la mayoría racializados, estaban fuera sin poder entrar, con la excusa del derecho de admisión”. Después de reclamar en la sala, esta madre decidió ir a la policía municipal para intentar tomar medidas legales ante el comportamiento del local. Sin embargo, no recibió ninguna ayuda, ya que desde la policía justificaron el derecho de admisión de la discoteca sin intención alguna de poner solución a este tipo de situaciones que se dan diariamente, en esta sala en particular y en gran parte de las discotecas de Madrid. 

“Me gustaría concienciar de que estos hechos tienen lugar en esta sociedad en la que vivimos y la inmensa mayoría de las veces quedan impunes. La gente no está al tanto”

En esta línea, el mes pasado recibimos una denuncia similar que tuvo lugar en la noche del 31 de diciembre. Ciudad distinta, mismo proceder. Uno de los chicos afectados relata cómo no le permitieron la entrada al local, ni a él ni a otros jóvenes racializados. Habían decidido ir a la discoteca Lemon, en Sant Cugat, para celebrar el fin de año pero al intentar entrar se les negó el acceso. “Nos han dicho que no podíamos entrar hoy porque no somos clientes habituales y porque no llevamos la vestimenta adecuada.” Tanto el joven como sus amigos iban correctamente vestidos, acordes a las exigencias de vestimenta que podría requerir cualquier local de esas características a sus clientes en la noche del 31 de diciembre. Según nos cuenta, finalmente el acceso fue imposible porque, pese a hacer la fila varias veces para tratar de entrar, siempre le negaban el acceso a él y a otros chicos no blancos, siendo testigos de cómo chavales vestidos igual o de manera más informal que ellos sí podían acceder al local. “Me gustaría concienciar de que estos hechos tienen lugar en esta sociedad en la que vivimos y la inmensa mayoría de las veces quedan impunes. La gente no está al tanto”, comenta. Cualquier  persona racializada en España lo más probable es que sí lo esté, bien porque le ha ocurrido en primera persona en alguna ocasión o bien porque le ha ocurrido a alguien de su entorno. Pero, efectivamente, como menciona este joven, para la gran mayoría de personas blancas en este país estas situaciones no existen, porque no les afectan de forma directa a pesar de presenciarlas muy a menudo.

Estos son sólo dos de las decenas de casos que hemos recibido en los últimos meses haciendo alusión a hechos muy parecidos que se han dado en discotecas y salas de fiestas por toda España. El racismo a la hora de salir de fiesta es una de las discriminaciones y agresiones a las que las personas no blancas se ven sometidas desde muy temprana edad. Un racismo que legalmente se permite bajo el amparo del derecho de admisión y el poco interés de las autoridades de investigar realmente cuales son las motivaciones que llevan a estas salas a prohibir la entrada a cuerpos no blancos. Desde Es Racismo somos conscientes de la gravedad de esta situación, que produce grandes frustraciones y violenta desde muy jóvenes a nuestros hermanos racializados, por lo que seguiremos haciendo de altavoz para denunciar esta práctica tan extendida.

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